Para pagar con moneda extranjera envía tu pago de USD 12 (dólares estadounidenses) a ventasninapezediciones@gmail.com mediante PayPal indicando el título del libro que deseas comprar. Luego, nos pondremos en contacto para hacértelo llegar.
El lector encontrará diálogos llenos de sarcasmo, ternura y picardía.
Con momentos de mucho humor, y de íntimas confesiones de debilidad, el autor satiriza lo cotidiano y propone una crítica desopilante de la realidad.
Es universal lo que le pasa a cada personaje, solo varía la anécdota y cada cuento nos relata una diferente. Ciertos detalles adquieren un valor singular que desata lo imprevisto, lo inusual.
Pero, básicamente, a todas las historias las atraviesa el amor: complementario, suplementario, correspondido.
En Todos cuerpo a tierra y otros cuentos los personajes no tienen nombre propio. Quizás esto le permita al lector verse reflejado y sentirse protagonista.
Hoy es un día cualquiera, igual a cualquier otro jueves,
no voy a mandarle ningún mensaje,
solo voy a contestar los que me manda, si me manda.
No pienso llamarla, no quiero ser pesado.
(¿Qué es ser pesado?
¿No será que ella supone que estoy desinteresado?
Entonces no quiero ser pesado, ni desinteresado).
Para pagar con moneda extranjera envía tu pago de USD 12 (dólares estadounidenses) a ventasninapezediciones@gmail.com mediante PayPal indicando el título del libro que deseas comprar. Luego, nos pondremos en contacto para hacértelo llegar.
El lector encontrará diálogos llenos de sarcasmo, ternura y picardía.
Con momentos de mucho humor, y de íntimas confesiones de debilidad, el autor satiriza lo cotidiano y propone una crítica desopilante de la realidad.
Es universal lo que le pasa a cada personaje, solo varía la anécdota y cada cuento nos relata una diferente. Ciertos detalles adquieren un valor singular que desata lo imprevisto, lo inusual.
Pero, básicamente, a todas las historias las atraviesa el amor: complementario, suplementario, correspondido.
En Todos cuerpo a tierra y otros cuentos los personajes no tienen nombre propio. Quizás esto le permita al lector verse reflejado y sentirse protagonista.
Hoy es un día cualquiera, igual a cualquier otro jueves,
no voy a mandarle ningún mensaje,
solo voy a contestar los que me manda, si me manda.
No pienso llamarla, no quiero ser pesado.
(¿Qué es ser pesado?
¿No será que ella supone que estoy desinteresado?
Entonces no quiero ser pesado, ni desinteresado).