Para pagar con moneda extranjera envía tu pago de USD 12 (dólares estadounidenses) a ventasninapezediciones@gmail.com mediante PayPal indicando el título del libro que deseas comprar. Luego, nos pondremos en contacto para hacértelo llegar.
Los catorce relatos que forman este libro tratan sobre las aventuras de la infancia; lidiar con los desencuentros; las separaciones que se generan tanto con la distancia como con el paso del tiempo; la pérdida de lo más querido y los inesperados reencuentros. Los protagonistas de estas historias a veces sienten que la esperanza está perdida, que se acabó el amor, que su mundo se cae a pedazos. Pero movidos por un fuego interno, logran encontrar nuevas fuerzas para recuperar lo perdido y entender de qué están hechos en lo más profundo de su ser.
Cuando cierro los ojos ella se me aparece
y me mira desde el final de un pasillo.
Me esperaba parada ahí a que me decida a acompañarla, más allá del pasillo y del parque del fondo
a explorar el resto del barrio. Yo, indeciso,
no la seguía y ella permanecía esperando
sin inmutarse con infinita paciencia.
Recuerdo su rostro infantil con expresión seria;
el sol brillaba en sus cabellos largos y oscuros.
Para pagar con moneda extranjera envía tu pago de USD 12 (dólares estadounidenses) a ventasninapezediciones@gmail.com mediante PayPal indicando el título del libro que deseas comprar. Luego, nos pondremos en contacto para hacértelo llegar.
Los catorce relatos que forman este libro tratan sobre las aventuras de la infancia; lidiar con los desencuentros; las separaciones que se generan tanto con la distancia como con el paso del tiempo; la pérdida de lo más querido y los inesperados reencuentros. Los protagonistas de estas historias a veces sienten que la esperanza está perdida, que se acabó el amor, que su mundo se cae a pedazos. Pero movidos por un fuego interno, logran encontrar nuevas fuerzas para recuperar lo perdido y entender de qué están hechos en lo más profundo de su ser.
Cuando cierro los ojos ella se me aparece
y me mira desde el final de un pasillo.
Me esperaba parada ahí a que me decida a acompañarla, más allá del pasillo y del parque del fondo
a explorar el resto del barrio. Yo, indeciso,
no la seguía y ella permanecía esperando
sin inmutarse con infinita paciencia.
Recuerdo su rostro infantil con expresión seria;
el sol brillaba en sus cabellos largos y oscuros.